Copiapó, Tierra Amarilla, Freirina e Inca de oro, así como otras localidades de la Región de Atacama, recorrieron la delegación del Centro de Tecnologías Ambientales (CETAM), en el marco del proyecto FIC Atacama N° BIP40045269-0, el cual busca inicialmente establecer una línea base para un contaminante muy relevante y presente en la zona. La iniciativa busca realizar un levantamiento de las concentraciones de mercurio (Hg) y otros elementos traza.

El director del CETAM y Profesor Titular del Departamento de Química de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), Dr. Francisco Cereceda, señaló que “durante esta visita a los diferentes lugares en donde instalamos los equipos de medición para la determinación de mercurio en el material particulado sedimentable (MPS) presente en el aire, pudimos constatar la importancia de realizar este trabajo, ya que existen desde hace mucho tiempo, residuos sólidos producto de la actividad minera, como relaves mineros, acopio de estériles y escoriales abandonados muy cerca de sectores poblados de la región, lo que puede resultar peligroso para la salud de las personas”.

La delegación CETAM, compuesta también por la investigadora e Ing. Ximena Fadic, el Químico e investigador Gonzalo Puebla y el Ing. Felipe Chamy, visitó diferentes provincias de la región, en donde instalaron sistemas de recolección pasiva de material particulado sedimentable (MPS) y se realizaron mediciones in situ de mercurio (Hg) y otros elementos traza, directamente en terreno en estos sitios contaminados, utilizando la técnica de fluorescencia de rayos X (FRX). Adicionalmente se tomaron muestras de aguas superficiales, y de pozo, así como sedimentos y suelos en los alrededores.

Estas actividades, tienen por objetivo medir la concentración de mercurio y otros elementos traza, para obtener datos certeros que permitan elaborar una serie de estudios científicos, lo cual se traducirá en poder realizar recomendaciones a las instituciones tomadoras de decisiones en materia medioambiental de la región de Atacama y del país.

En este mismo sentido, Washington Silva, académico de la Facultad de Ingeniería y Director del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (IDICTEC) de la Universidad de Atacama (UDA), entidad asociada a este proyecto, señaló que “cuantificar la situación actual de esta problemática es de suma importancia con la finalidad de proponer medidas de mitigación o manejo para este tipo de pasivos ambientales, que permitan su disposición segura o tratamiento, según corresponda”.

“El proyecto FIC Atacama busca también impulsar en la pequeña y mediana minería el uso de tecnologías asequibles y más amigables con el medio ambiente, las cuales aseguren no solo altas recuperaciones de Hg, sino que además generen residuos inocuos y menores costos de operación. Además, proponer opciones para la gran minería del oro que optimicen los procesos actuales de producción, en donde se puedan implementar nuevas tecnologías para la producción en la Región de Atacama”, aseguró el investigador Gonzalo Puebla.

En esta misma línea, el investigador agregó que es necesario ejecutar medidas para los relaves que actualmente se encuentras inactivos y/o abandonados, asegurando que “la idea es presentar tecnologías state of the art, en el tratamiento, remediación y recuperación  del mercurio remanente en relaves inactivos y/o abandonados, que fueron producto de más de un siglo de actividad minera que basó su funcionamiento en la recuperación de oro por amalgamación  con mercurio, lo cual fue una parte de nuestra historia, cuyas consecuencias debemos hacernos cargo hoy en día para las generaciones presentes y futuras”.

¿Por qué existen altas concentraciones de mercurio en la Región de Atacama?

En primer lugar, la liberación de mercurio (Hg) puede tener su origen durante el desarrollo de procesos de extracción de oro por amalgama con Hg, como en tronaduras, en el proceso de carga y transporte del material y otras actividades mineras, asociado a la extracción de minerales de cobre que también presentan naturalmente trazas de Hg que son liberadas a la atmósfera.

En este mismo sentido, en la región de Atacama existe una importante presencia de la industria minera, los cuales han generado -según el Catastro de Caracterización Geoquímica del SERNAGEOMIN 2023 - 473 tranques de relaves, de los cuales 148 pertenecen a la minería del oro como explotación primaria y que, de los mismos, 16 se encuentran activos, 109 se encuentran no activos y 23 abandonados.

La minería del oro utilizó por más de un siglo el tratamiento con mercurio (Hg) para separar y extraer el metal precioso del resto de los minerales con los que se encuentra asociado en forma natural. Para este efecto, los pequeños mineros utilizaban una herramienta denominada trapiche, la cual se usó universalmente hasta bien entrado el siglo XX.

El trapiche es un tipo de molino de ruedas, en donde se genera una pulpa de mineral y agua a la que se adiciona mercurio (Hg) para “amalgamar” el oro del material estéril. El mercurio tiene gran afinidad química por el oro con el que se combina fácilmente, formando un enlace metálico que produce un material blanco, blando, brillante que se denomina amalgama y que puede cristalizar cuando tiene el mercurio en exceso. Una vez amalgamado el material, el trapiche poseía un sistema de decantación posterior para que, en sucesivas etapas y por diferencias de densidad, el material se estratificara, alcanzando un concentrado de oro/mercurio (en la parte inferior) y un relave que también poseía mercurio sin amalgamar y que era desechado en depósitos no necesariamente preparados para este fin.

Producto de esta práctica, y dada la naturaleza persistente de este metal (Hg), es que esta actividad minera y, principalmente los relaves de la misma, se presentan como una de las mayores fuentes de este contaminante a nivel mundial y, evidentemente, también en nuestro país.

Hoy en día, la producción de oro por amalgamación se encuentra muy limitada, con presencia mayormente en el mundo de la minería artesanal y no necesariamente regulada, ni menos identificada.

En Chile, la mayor producción de oro metálico se obtiene como producto secundario de la minería del cobre. En el segmento de la mediana y gran minería, el oro se obtiene mediante técnicas de concentración que incluyen la flotación y la lixiviación cianurada, los cuales generan residuos con una menor carga de toxicidad (e incluso pueden ser neutralizados), representando alternativas mucho más atractivas que la amalgamación convencional, no sólo en términos medioambientales, sino que metalúrgicos y económicos.

¿Qué actividades se desarrollarán durante el proyecto FIC Atacama?

En primera instancia se recurrió a información oficial del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) para la preselección de depósitos de relaves estudiados provenientes de la minería del oro y que presentan concentraciones de mercurio reportadas en el catastro de relaves de Chile, actualizado a marzo de 2023.

Una vez identificados estos depósitos, se georreferenciaron y localizaron. Luego, se estableció un acuerdo con el Servicio de Calidad del Aire (SINCA) para disponer de una de sus estaciones en la Región de Atacama, específicamente en Tierra Amarilla. Esto, para poder utilizar información adicional de calidad del aire, para complementarla con la que se levantará en este estudio respecto de la presencia de mercurio contenido en el material particulado en suspensión, existente en la atmósfera de la región de Atacama.

Con esta información y, considerando también la presencia de fuentes de agua, se seleccionaron los relaves de Pabellón y Totoralillo en Copiapó; Inca de oro en Chañaral y Bruzone; Jofré y Briceño en Huasco, para realizar un muestreo in situ, mediante análisis de XRF e instalación de Colectores Pasivos de Deposición Total (CPDT) para recolección y análisis de Hg en el MPS presente en el aire, en los sitios señalados. Este muestreo se realiza de manera semanal y con la ayuda en terreno de la UDA, luego las muestras son enviadas al CETAM para su análisis. 

Intoxicación por mercurio

La Organización Panamericana de la Salud, perteneciente a la OMS, señala la importancia de realizar este tipo de estudios debido a lo peligroso que puede resultar que las personas se vean expuestas a concentraciones de mercurio, toda vez que la exposición al mercurio (incluso a pequeñas cantidades) puede causar graves problemas de salud, en particular para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones, riñones y ojos.

“Especialmente sensibles son los niños pequeños ya que el Hg afecta su desarrollo cognitivo, causando problemas de aprendizaje, déficit de atención, dificultades en el habla y el lenguaje, así como otros síntomas neurológicos, algo que puede comenzar desde la gestación o posteriormente en el entorno donde se pudiera intoxicar el menor”, señaló el académico Dr. Francisco Cereceda.

Para la OMS, el mercurio es uno de los diez representantes de los productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.

En este mismo sentido, en la página web de la OMS se detalla el caso de Minamata, Japón, en donde miles de personas restultaron afectadas por la contaminación de mercurio: “Un importante ejemplo de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública se produjo en Minamata (Japón) entre 1932 y 1968: durante aquellos años una fábrica de ácido acético estuvo vertiendo en la bahía de Minamata líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de mercurio (…) Al menos 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor medida, y se acreditaron más de 2000 casos de la enfermedad de Minamata, que alcanzó su apogeo en el decenio de 1950, con enfermos de gravedad afectados por lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes.”

A raíz de este incidente, en el año 2013 se estableció el convenio de Minamata, tratado mundial que tiene por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones antropogénicas de mercurio y otros compuestos, como el metil o dimetil mercurio.

En este contexto, a partir de 2024 nuestro país debe mostrar evidencias de las acciones que ha tomado en atención a las responsabilidades suscritas en torno convenio de Minamata. Por lo tanto, el FIC Atacama se perfila como un buen punto de partida y con información actualizada sobre concentraciones de contaminantes, tanto en suelo como en el aire. 

Finalmente, es muy importante señalar que existen relaves desechados de manera irregular,  tras décadas de operación minera, que están situados en las cercanías de los asentamientos humanos y de ríos, como es el caso del río Copiapó, lo que ha propiciado por diferentes mecanismos naturales, la aparición de zonas geográficas con elevadas concentraciones de metales pesados (Cu, Fe, As, Pb, Sb, Hg, etc) que son imprescindibles de monitorear, sobre todo para estimar el riesgo sobre la salud humana y ecológica de la región de Atacama.